EL CALDERO DEL DIABLO


BENDITA VIDA.-Dios conserve a buenas personas con dinero, entusiasmo y tiempo para promover y debatir algo así de importante, como La Lengua y el Periodismo, porque no todo en la vida va a ser derrames petroleros, salud de Luis Miguel, malhechuras en obras públicas, secuestros, levantones, Maradona y Madona. También de lengua me como un taco, estas buenas personas llevan cinco años reuniéndose para promover el buen decir y el mejor escribir de los periodistas, aun cuando la pantalla aguanta todo y la tecla no se queja, la defensa del español siempre debe ser heroica, la pureza del español debe ser defendida con ímpetus renovados, aun cuando siempre se esté convencido de luchar por una causa perdida, ahora se reunirán académicos de la lengua, periodistas y catedráticos de España y América Latina, para renovar votos sobre el correcto uso del español, O sea: bien “chido Wey”. Porque los rucos “no always están out”. Tienen razón en que hay que respetar la lengua madre. Si es madre, si es madrecita, no puede valernos pura rola. Chatear sin estilo, es lo k chicomostoc la parla. Es decir: justo y meritorio es llamar la atención de quienes viven de hablar y escribir de emergencia, respecto a la propiedad e impropiedad de cuanto dicen. Si estas buenas personas lograran el milagro, de que periodistas dejaran de utilizar “bueno”, como si fuera la coma, bueno, la gente, bueno se los agradecería. Bueno, es como digamos, bueno, un clamor al borde de la náusea. Anuncian que bueno, se estrelló, un avión, con bueno más de cien muertos, bueno, ¿Bueno qué? ¿Qué tiene de bueno? Eso, a nivel de bueno. Porque ya a nivel de hablar a nivel de micrófono, pues digamos a nivel de noticia, o a nivel de comentario que a nivel país, bueno sería a nivel de consenso, acordar a nivel de convicción, emprender a nivel de búsqueda de otra palabreja que funcione a nivel de los niveles, para nivelar la frase, a nivel corrección, a nivel lenguaje…Tampoco nos van a hacer maestros. Para maestros los de la Sección XXII. Pero si nos salvan de “bueno” y “nivel”, dales muchos años de vida, entusiasmo y dinero, Señor…LAS ALIANZAS…¡Que no cunda el pánico! Parece ser la consigna ante las realidades que acontecen en la política electoral cuya finalidad se cumple el 4 de julio próximo, pues parece ya evidente ante los ojos de panistas y perredistas que sus grandes esfuerzos, aun a costa de su identificación de derecha o izquierda y de su misma dignidad como políticos profesionales, no dan el resultado soñado y, por lo visto mal calculado, de ganarle a como dé lugar al que ahora aparece como invencible, el PRI. Pero, para que el pánico no se apodere de sus ánimas ahora fabrican al vapor y según las circunstancias, lo que algunos comentaristas denominan “alianzas de facto” que no necesita grandes reuniones sino simplemente acordar que el perredista o el panista que vaya a la cabeza entre ellos dos, aunque estén ambos muy lejos del PRI, debe ser el que acaudille a ese nuevo partido que está surgiendo provocado por las ambiciones de ambos, se trata del partido anti- PRI, que no tiene más sustancia política que ser “anti”. Hasta cierto punto parece lógico que tanto Jesús Ortega, al frente del PRD aliancista, como César Nava, presidente nacional panista, reaccionen así, como si el mundo se les viniera encima, pues es cierto que ambos se juegan tanto su puesto, al frente de sendos partidos políticos, como el dinero que generosamente les obsequian, hasta conforme a la ley, los integrantes del Poder Ejecutivo, con la complicidad del Poder Legislativo.
Máxime que actualmente, en estos días, ven la aplanadora prisita en Tlaxcala y Aguascalientes, con lo que tanto el PRD, con Jesús Ortega, como el PAN, con César Nava, dan instrucciones precisas para que la militancia y los candidatos de un partido brinden todo el apoyo a los candidatos del otro partido si consideran que van a la cabeza entre ellos dos, y ambos abajo del candidato del PRI, bajo la lógica que si el PAN no puede ganar, sumarse al PRD para ver si le ganan al PRI, y si el PRD no puede ganar, actuar para que gane el PAN. Curiosamente, en Tlaxcala se sumó al candidato del PRI Convergencia con lo que se puede asegurar el triunfo priista. En Zacatecas, con la asistencia de Peña Nieto llegaron 20 mil personas, en cambio con Cuauhtémoc Calderón sólo unas tres mil personas, por lo que Amalia García hace un plan B buscando la unión con el PAN contra el prisita Miguel Alonso Reyes. Estos son únicamente unos ejemplos de lo que está sucediendo y que son más claros en los casos de alianzas condenadas a perder.
Nos leemos mañana

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