POLITIZACIÓN.- Con justa razón el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, se queja de que tanto el PAN, en primer lugar, como el PRD han politizado el caso de la muerte de la niña Paulette y que como seres sedientos de personas la renuncia a su puesto del que fuera procurador de esta entidad no satisface totalmente y van con toda su fuerza y con la energía de mejor causa contra el gobernador Peña Nieto por el enorme “pecado “ de aventajar con casi 30 puntos porcentuales a los demás reales y posibles candidatos a la presidencia de la República en 2012. Indudablemente que el manejo que hiciera del caso Paulette, el procurador Alberto Bazbaz, dio lugar a que se perdiera en alto grado la confianza en esta institución procuradora de justicia, pero, como el mismo ex procurador, al presentar su renuncia, hizo notar que la investigación se hizo “conforme a derecho” y que su resultado es exacto, no obstante que por la pérdida de confianza provocada por ciertas torpezas en el manejo de este caso y con las instancias mediáticas ansiosas de rating, lo mejor ha sido la renuncia del señor Bazbaz. Para Peña Nieto está clara la politización que se ha hecho del caso Paulette, por lo que ha ordenado la publicación de todas las pruebas que llevaron a la conclusión de que se trató de un lamentable y trágico accidente y dijo también que aceptó la renuncia de Bazbaz por tratarse de un asunto de Estado y para que regrese la confianza en la persona que tomará el lugar del procurador que ha renunciado a su puesto para evitar males mayores a su gobernador y su entidad política. El gobernador Peña Nieto ha lamentado la actitud que han asumido algunos actores políticos diciendo: “he de lamentar la actitud de partidos políticos y que algunos de sus actores han tomado frente a esta tragedia... para lucrar políticamente... sin que en ello se observe el más mínimo interés de saber qué ocurrió realmente...”. En tiempos electorales, actualmente, se establece una verdadera guerra, sobre todo cuando la desesperación es efecto de fracasos y que no se ve nada positivo para el futuro. Baste señalar que César Nava, por ejemplo, habla de que el secuestro del “Jefe “ Diego les ha dado votos al PAN, así que no ha de extrañar lo que hacen con el caso Paulette politizado al máximo contra Peña Nieto…EL CIVISMO.- En el presente año en el que nuestra nación celebra el centenario y bicentenario de dos gestas heroicas que nos dieron patria y libertad, para el viejo Filósofo es válido recordar que un movimiento libertario o revolucionario tiene cuatro etapas sucesivas y concurrentes: La lucha violenta por el poder, El triunfo, El fortalecimiento, y La construcción y consolidación de instituciones, es precisamente en esta última en la que el país se encuentra, y en ella la democracia juega un papel sustantivo. La democracia como lo plantea el artículo 3º constitucional “…considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo…”. En ello el civismo juega un papel fundamental, lamentablemente este fue eliminado de la currícula educativa, generando una lamentable pérdida de valores en todos los sectores. En el sector gubernamental -por ejemplo- el civismo es el gran ausente desde la Cámara de Diputados, pasando por el Poder Judicial hasta llegar al Ejecutivo Federal. En el Poder Legislativo, porque por cuidar los cotos de poder de una partidocracia que agravia por sus excesos, han omitido lamentablemente consensuar los grandes acuerdos que nos inserten con éxito en la competitividad que exige el mundo moderno. En el Poder Judicial los casos de: Aguas Blancas, Acteal, la mina Pasta de Conchos, los centros nocturnos Lobohombo, New’s Divine; la guardería ABC o el caso Paulette -sólo por citar unos pocos- nos lleva a una justicia que por la ausencia de civismo en las autoridades judiciales, ni es pronta ni expedita y que conduce a una impunidad que a todos nos agravia como nación. En el Poder Ejecutivo Federal -por ejemplo- la ausencia de civismo llevó a que en vez de implementar un gran programa de austeridad e invertir en educación y obras de infraestructura, los más de un billón mil 902.7 millones de pesos obtenidos por los excedentes petroleros, irresponsablemente los gobiernos de los presidentes Fox y Calderón aumentaran desmedidamente la “alta y mediana” burocracia y destinaran más del 70% de estos recursos para el pago de sus salarios.
Pero la ausencia del tan indispensable civismo, no sólo impacta a las altas esferas gubernamentales, nos pega también a los mortales comunes y corrientes -como usted y como yo- en una sociedad en donde se ha perdido el respeto para la gente de la tercera edad, para los minusválidos, las damas o las familias. Y no se diga la ausencia cívica en el respeto a nuestras ciudades en donde en el tema de ecología nos hemos dedicado a dilapidar los bienes que la madre naturaleza ha puesto a nuestra disposición, tirando basura en todos lados o contaminando el ambiente. Este viejo Filósofo observa que el civismo cuesta muy poco: $24, que es lo que se nos cobra de peaje para pasar a los Estados Unidos, allá no tiramos basura en la calle, tampoco pitamos para que el de adelante avance, no nos estacionamos en doble fila, en la banqueta o en los lugares de los discapacitados, nos colocamos inmediatamente el cinturón de seguridad, manejamos a la velocidad indicada o cedemos el paso a los peatones. ¿Por qué? Muy sencillo, porque allá no hay impunidad.
Nos leemos el Lunes.
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