EL CALDERO DEL DIABLO


PACO NIÑO Y EL BOTOX.-A lo que tienen que recurrir las personas para llamar la atención, resulta que en los espectaculares en donde aparece uno de los pre-candidatos a la Diputación Local, nos referimos a Paco Niño, a leguas se le nota que le gusta…-no sean mal pensados- estoy hablando de que a ese candidato se le ve claramente que para hacerle esa fotografía y que luciera “brillando de limpio” le hicieron algunos arreglos por medio del photoshop y también por medio de inyecciones de BOTOX por aquello de los pómulos caídos y las bolsas que a consecuencia de la edad irremediablemente se producen, -digo- no hubiera pasado nada si ese pre-candidato se hubiera tomado la foto al natural, lo que nos brinca o se nos hace raro, es que alguien que en realidad está metido o enchufado en materia política no ve esos “detalles” tan sexis, porque con lo castrosos que son, no se la acaban, es por eso, que esta lección la debe aprender el pre-candidato de Convergencia, ya que en vez de sumarle puntos, le va a restar, imagínense si su rival en la contienda Irineo Molina se hiciera una lipo con el Doctor del Villar o un planchado de cejas o se pintara “rayitos”, como que sonaría medio a “shampoo de florecitas”…¿O qué no?.-SOLUCIÓN: 30 MINUTOS.- Nuestros brillantes legisladores han encontrado la fórmula para que el sobrepeso y la obesidad desaparezcan, casi por arte de magia, de la escena aparencial de millones de mexicanos integrantes de las distintas edades cronológicas, con mayor problema entre niños, jóvenes y adultos, es decir, de todos nuestros connacionales, con sólo respetables excepciones que esperamos no se sitúen en el otro extremo de la bulimia y famélicos, haciendo gala de manejarse por el sentido común, pensaron nuestros legisladores, si comen en exageración, trabajan poco o mal, no hacen ejercicio físico, con lo que no queman energéticos, naturalmente que llegan al poco tiempo a acumular grasa y convertirse en obesos, y con eso de que los extremos son malos, genialmente se les ocurre una dieta equitativa a la que se le debe sumar un periodo diario, de 30 minutos, de ejercicio físico a todos los niños y jóvenes que asisten a las escuelas, pero resulta que la mayor parte o un alto porcentaje de la planta física de las escuelas en nuestro país carecen de espacios suficientes para realizar gimnasia y cualquier otro tipo de ejercicio físico, con lo que ahora esperamos otra genialidad de nuestros legisladores para cumplir con ese objetivo, sin el cual seguirán engordando como toneles los integrados en las nuevas generaciones, desgraciadamente se pueden fijar en el otro extremo de la balanza, es decir, en la ingesta de alimentos, y si ya estuvieron de acuerdo en que se prohíba la llamada comida chatarra, que es casi todo lo que se exhibe en los puestos situados fuera de las escuelas o hasta dentro de ellas, ahora les queda modificar también la calidad del alimento, quitando, materialmente hablando, todos los azúcares y las harinas y todo alimento que lleve grasas malas. ¿No se han fijado que la televisión, el mal uso del internet y los juegos electrónicos de moda, invitan a permanecer sentados la mayor parte del tiempo disponible dentro y fuera de las horas de clase? ¿Que nuestros niños no saben ni de trompos, baleros, rayuela, penales, juegos de pelota, natación, y un sinfín de etcéteras? ¡No! Así nuestros niños quedan condenados a la gordura extrema o, en caso contrario, a no comer.
Nos leemos el Lunes.

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