EL CALDERO DEL DIABLO



LA VIDA HUMANA.- Filosóficamente se dice que la vida es movimiento inmanente que produce nutrición, con lo que se diferencia de movimientos mecánicos y de cualquier otra índole. La vida humana cumple con las condiciones vitales y psicológicamente hablando cumple funciones vegetativas, crecimiento, nutrición, reproducción, además funciones sensitivas, sensación, percepción y, finalmente, cumple funciones racionales, inteligencia cuyo fin es la verdad, y voluntad, cuyo fin es el bien. En su origen y desarrollo, la vida es un don, una dádiva del Creador, en la que se basa todo derecho humano, la vida es primero y sin ella no existe derecho alguno, con lo que todo lo que favorece, procura y defiende la vida humana es condición “sine qua non” para que todo ser humano cumple con sus condiciones vitales y que sepa que cada persona humana no es creadora en sentido estricto de su propio ser vital por lo que no tiene derechos absolutos ni sobre su propia vida menos sobre la vida de los demás seres humanos. El principio ético de “inviolabilidad de la vida humana” nos dice claramente que la vida humana de todos y cada uno de los seres humanos es inviolable, que ningún ser humano puede disponer a su antojo ni siquiera de su propia vida, menos de la vida de los demás hombres y conforme al “principio de dominio” el hombre sólo tiene dominio útil, de sabia administración, sobre su vida y la vida de los demás hombres. Así, no hay derecho a artificialmente impedir la procreación de seres humanos, menos a atentar consciente y voluntariamente contra cualquier vida humana ni siquiera contra la propia vida como es el suicidio, nadie tiene derecho a ayudar a otro hombre a suicidarse y menos a aplicar la eutanasia, pasiva o activa, contra otra persona aunque aparentemente ésta la solicitara. En síntesis ni cada persona humana, ni el Estado, ni el gobierno, ni la ONU y sus dependencias, nadie, absolutamente, tiene derecho alguno para aplicar lo que se ha denominado la “contracultura de la muerte”, Todo lo que atenta o impide de alguna manera la vida humana debe rechazarse y como la esterilidad e infertilidad es total y definitiva en relaciones entres seres humanos del mismo sexo y permitir que niños o niñas sean adoptados en este tipo de uniones, deben rechazarse y no permitir a este tipo de uniones sean definidas como “matrimonios”, ya que el matrimonio es la unión amorosa entre un hombre y una mujer con el fin primario de procrear hijos y educar la prole y fines secundarios de incrementar con su unión la comprensión y el amor entre los cónyuges para arrostrar con éxito los problemas que pueden presentarse en la vida…¡Asi de fácil, así de sencillo!.-MENOS DIPUTADOS.- Hoy que la famosa reforma política está en boca de todos y por todos lados, uno de los puntos más discutibles es la integración del Poder Legislativo –federal y estatal-, particularmente en el número de sus integrantes, por lo oneroso que resulta sostenerlo ante la poca respuesta de nuestros legisladores, a nivel federal, en este sentido, hay tres propuestas sobre la composición de la Cámara de Diputados, la primera, la del presidente Felipe Calderón Hinojosa que plantea la reducción de diputados de 500 a 400, siendo 240 de ellos electos por el voto ciudadano, que obliga a redistritar el país que hoy es de 300 y 160 plurinominales en lugar de los 200 actuales, la segunda, la del PRI, que si bien coincide en que sean 400 diputados, sostiene los 300 actuales por distrito y voto ciudadano, y un centenar de plurinominales y la tercera, la del PRD-PT-Convergencia, que plantea mantener los 500 legisladores actuales, pero incrementando los de mayoría de 300 a 400 y dejando únicamente un centenar de plurinominales, la gran pregunta es: ¿Cuál de las tres propuestas quedará reflejada finalmente en la iniciativa de reforma política?...¡Con el tiempo lo comprobaremos!
Nos leemos mañana

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