EL CALDERO DEL DIABLO


MUCHOS CANDIDATOS.-Durante la semana se han incrementado el número de aspirantes que sueñan o desean poner “sus asentaderas” en la máxima silla presidencial de esta ciudad, en el PRI, la situación aun no queda definida, aunque pareciera ser que al momento en que usted lea esta columneja, ya podríamos saber quien fue el “weno” finalmente de “CHUCHO”, “CHESTER”, “EL GORDO SACRE” “JAIME ARANDA” y hasta el “coladito” “SILVINO REYES TELLEZ”, también hoy podríamos estar sabiendo si en realidad el “DOC” BARRERA dio el paso de costado hacía el PRD o bien si la base sostuvo al otro “DOC” de apellido DEHESA como representante del “Amarillo” en la Coalición, en la cual FERNANDO HUERTA va como representante del PAN, ULISES SOTO por Convergencia y ALEJANDRO VEGA ROSAS por el despercudido PT, de todas esas opciones estaremos hablando de aquí y en los próximos tres meses, hasta pasando el 4 de Julio…¿Cuál es su favorito?...ENVIDIA.- No se necesita ser psicólogo ni filósofo, pero si se es experto en estas disciplinas, qué mejor, pero es evidente para la gran mayoría de las personas que el peor defecto, que causa las peores decisiones y relaciones sociales, es ser presas de la envidia, la cual llega a ser una pasión malsana que impulsa al envidioso a la crítica negativa constante, a difamar y mentir sin ton ni son, sin prueba alguna en lo que dice o piensa, y peor cuando a la envidia con todo su caudal de injusticias y maldades, se une la ideología de alguna de las llamadas izquierdas o se pertenece a sectas que históricamente han traicionado a la patria mexicana y que ahora se esconden con el dicho de ser la «modernidad». El envidioso es también soberbio, pues para sentirse mal con los triunfos legítimos y evidentes de los demás, no les queda sino atacar con todos los medios a su alcance utilizando la mentira bajo la vulgar consigna de «miente que algo queda», y así se encumbran en ciertos medios de comunicación, son falsos periodistas, que no informan sino que deforman los acontecimientos e ideas de los demás. Siempre están en contra de algo o de alguien, difícil se les hace estar a favor de cualquier idea, pensamiento expresado, o hechos perceptibles. Para este tipo de especímenes, cuya humanidad está por los suelos, nada es suficientemente bueno y con toda la malicia de que pueden hacer uso, no les importa la verdad ni de ideas ni de hechos, no les importa la bondad en las relaciones interhumanas, siempre hay que mentir, atacar, difamar sin importar que no se tiene prueba alguna de lo que sostienen. La pestilencia de estas actitudes y sus palabras tienen difusión en ciertos medios y alguna revista que se ha caracterizado por chantajear, mediante la deformación de la verdad, a todo aquel hombre público que no responde a sus diatribas con el clásico soborno, porque estos mediocres alegadores ponen precio a su actuación denigrando a la comunicación social. De los envidiosos, líbranos Señor, pero cuando nos atacan con su nombre, al menos nos sirve para darnos cuenta de quiénes debemos cuidarnos y cómo contrarrestar su malévola acción, y no se necesita gran cosa porque sus diatribas caen por su propio peso.
Nos leemos mañana.

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