SOSPECHAS.- ¿Habrá ideas y hechos realizados por algunos políticos que merezcan la sospecha de los ciudadanos de que se trata de una enorme campaña electoral en la que han intervenido, y siguen haciéndolo, el Gobierno Federal, el PAN y su alianza non sancta con el PRD y los minis de la izquierda, la intervención de fondo revanchista, desde que Salinas nombró candidato a Colosio y no a él, de Manuel Camacho Solís, y declaraciones, juzgadas de oportunistas, del mismo presidente Felipe Calderón Hinojosa. En realidad se comprende que todo en la actitud política de estos personajes y grupos está relacionada con una sola finalidad, que el PRI no aplaste, como es posible, en las elecciones de ayer porque entonces quién lo para, para el 2011 y, sobre todo, para las presidenciales del 2012. Sin lugar a dudas todos en los partidos contrarios al Tricolor y los secretarios de Estado y el mismo presidente Calderón, reaccionan desaforada y hasta ilegalmente, con síntomas de pánico, en estas campañas electorales, con alianzas injustificadas ideológicamente, con dinero en abundancia proveniente de toda la izquierda, la derecha y el gobierno federal y la guerra sucia en la que se han especializado ciertos panistas y perredistas. Para muchos analistas políticos y simples ciudadanos, tiene razón Enrique Peña Nieto cuando declara, ante la propuesta presidencial, que juzga oportunista y electorera, que sí acepta el diálogo pero sólo después de los comicios de ayer, porque cree que el clima de crispación, de encono, de combate que se dio entre el partido en el gobierno, con César Nava como intrigoso vocero, ha generado agravios en el PRI y un clima de enfrentamiento y el aprovechamiento de una tragedia, el artero asesinato de Rodolfo Torre Cantú, para llevar agua a su molino pidiendo diálogo que los hace aparecer, falsa e hipócritamente, como realmente indignados y preocupados por el asesinato y el futuro del país. Da lugar a pensar que en los últimos días toda acción difundida en los medios del presidente Calderón, como quitar la tenencia, desregular la actividad fiscal, llamado al diálogo tras el crimen en Tamaulipas y el coro de panistas y perredistas de la línea de los “Chuchos “ a favor de todo llamado de Calderón, el encono característico de César Nava, que no haría nada de no seguir órdenes de muy arriba, los niveles más altos del gobierno panista, nos inducen a pensar que sí asiste la razón, en sus últimas declaraciones, a Enrique Peña Nieto.
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