AYER MARAVILLA FUI.-Como en conocida canción folclórica que habla de La Llorona, podemos aplicarla metafóricamente a lo que hoy sucede con Manuel Andrés López Obrador, pues no hace más de tres años y medio que el famoso Peje era encomiado por aquellos que en la pretendida izquierda lo consideraban un dios ganador de cuanta elección le pusieran por el frente, en cambio ahora “ni sombra soy” ya que se atrevió a levantar la voz para decir a aquellos que lo habían elevado a situaciones etéreas de grandeza, e inmediatamente al unísono, en coro, le espetaron a la cara que ya no le sirve a la veleidosa y coqueta izquierda que anda en brazos de amantes de la derecha y casquivanas alianzas electoreras.Indudablemente que los Chuchos, Manuel Camacho, su actual jefe, y el desleal PRD, se han situado en contra del otrora “gran jefe” y sometiéndose al mejor posicionado, que no es otro que Marcelo Ebrard, que ha sabido manejar el mayor presupuesto nacional ante el cual las entidades federativas palidecen, va en caballo de hacienda hacia la candidatura de la izquierda, o eso que llaman izquierda que se ha unido a la derecha para sobrevivir, para el 2012, y por lo pronto se deja querer del PAN y sus neopanistas calderonistas.Sin embargo, es muy peligroso adelantar vísperas, tanto para López Obrador como a esa nueva izquierda que ahora se va caracterizando como hipercrítica contra el mismo Peje. El plan de alianzas provino, según analistas políticos, de una derecha un tanto desesperada por el indudable adelanto priista del 2009 y consejos sobre estrategia electoral llegados del extranjero, por lo que los de la izquierda deben comenzar por cerciorarse a quién sirven esas alianzas, al PAN o al PRD.No deja de ser discutible, cuando no peligrosos las famosas alianzas que desfiguran tanto al PAN como al PRD, y se corre el riesgo de perderse la identidad partidista que amenaza con desaparecer a alguno o los dos partidos mencionados. En cambio, con todas las razones esgrimidas por esa nueva izquierda existen también razones de fuerza en López Obrador, quien ahora está más cerca de Cuauhtémoc Cárdenas que de los chuchos.Seguramente ni en el PRI ni en el PAN se duermen en sus laureles y pueden estar al acecho de lo que acontezca en la izquierda, sobre todo en el PRD y el 2011 nos indicará la política a seguir para la “Grande” del 2012.
Nos leemos mañana.
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