EL PAN SALVA A LA IZQUIERDA.- En las pasadas elecciones, en cierta forma, se dice que el que realmente ganó fue la izquierda y sus partidos políticos, pues sobre todo, antes de esta elección nadie daba algo por el PRD, y mucho menos por la chiquillería que lo acompaña. Y más que Acción Nacional fue el Gobierno Federal con su estrategia el salvador de la izquierda nacional. El otro factor importante fue el acceso a la dirección del DIA de Manuel Camacho Solís, un hombre que tras creer que él sería el elegido por Carlos Salinas de Gortari, para ser el candidato del PRI a la Presidencia de la República en el año 2000, y ante el nombramiento de Luis Donaldo Colosio, no pudo disimular su desencanto, su coraje, su frustración y fue el único en el gabinete presidencial que no felicitó al elegido. Como se dice coloquialmente, echó toda la carne al asador y provocó un clima de desorden e intrigas que culminaron con el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta. Desde entonces, a la sombra del poder ha estado intrigando y esperando su oportunidad de rehacerse políticamente. Su compromiso con la estrategia de alianzas, quizás iniciada por los hombres del presidente, le ha servido para volver a tomar la estafeta, ahora de la izquierda, tras años de pertenencia a la centro-derecha del PRI y aprovecha la oportunidad para vengarse de aquellos que no vieron en su persona el líder político necesario para México, tal como la megalmanía con sus delirios de grandeza provoca. Quién lo iba a decir, actualmente Manuel Camacho Solís aparece como el líder o jefe de la izquierda política y tanto el PRD, de Jesús Ortega, como el PT y Convergencia, se colocan a las órdenes de Camacho Solís y, no obstante, éste no tiene la humildad y menos agradecimiento para reconocer que todo se lo debe al PRI, al mismo ex presidente Carlos Salinas de Gortari y los cientos de millones de pesos que él manejó como regente de la Ciudad de México con su Ruta-100, dinero del que gozaron hasta los del EZLN. Para que no se peleen, Camacho Solís les dirá próximamente a Manuel Andrés López Obrador y a Marcelo Ebrard, para mantener la unidad de la izquierda, ni uno ni el otro, “yo Camacho Solís, me sacrificaré como candidato de unidad de la izquierda”.
Nos leemos mañana.
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