EL CALDERO DEL DIABLO en 19:18

CAUSA-EFECTO.- Encontrar las causas para valorar los efectos, es una sabia manera de obrar en las diferentes situaciones y hechos que se dan en la vida. Así en los resultados inmediatos de las campañas electorales debemos identificar las causas, sabiendo que causa es lo que produce algo y que ante cualquier hecho o situación humana su consideración es de efecto, entonces, lógicamente conociendo las causas se pueden juzgar y conocer a fondo los efectos. La barredora que prometían en el PRI, no tan sólo no se logró sino que con la derrota en tres entidades que siempre votaron PRI, durante casi ochenta años, Oaxaca, Puebla y Sinaloa, revivieron y dieron fortaleza a la estrategia de alianzas pragmáticas y sin respeto a su ideología, por un lado, y por otra parte, salvaron la vida política al PAN y al PRD, a César Nava y Jesús Ortega, que apunto estaban de un síncope cardiaco y además pusieron a la cabeza al vengativo Manuel Camacho Solís. Entonces, las causas de estos dolorosos descalabros hay que buscarlas, en primer lugar en los que idearon las alianzas non sanctas y quien aprobó e intervino en las campañas dando la fuerza del Estado al PAN-PRD, Camacho Solís y los servicios de inteligencia tan “serviciales” para el presidente Calderón y su PAN. Otro tipo de causas se deben estudiar, como, por ejemplo, la injerencia de gobernadores que eran garantía de rechazo popular, sobre todo en Oaxaca y en Puebla, gobernadores sobre los que insistían los medios, ¿pagados por quién?, para que la sociedad no olvidara sus errores. La otra causa que puede permanecer, dados sus resultados positivos, es la llamada “guerra sucia”, que dígase lo que se diga dio votos para César Nava y su PAN y a Jesús Ortega y su PRD. Y no se puede ni se debe pasar por alto los aciertos de todo tipo de los que establecieron la estrategia aliancista, con lo que ahora sí es verdad lo que decía Calvo Serer: “La muerte de las ideologías “ y la entrada de otra nueva ideología: la del pragmatismo del poder por el poder mismo. Y sálvese el que pueda.
Nos leemos mañana-