JESÚS ORTEGA.- Lo que está sucediendo en política electoral indica que la dirección del PRD en manos de Jesús Ortega no funciona y ni con la alianza, que algunos han calificado de non sancta, con el PAN le ha servido para salvar el pellejo, pues esas alianzas están lejos
de convertirse en éxitos, que en caso de lograrse alguno o algunos no sabemos quién será el que gobierne ni a nombre de quién.
Aunque las encuestas son de sobra conocidas de que se trata de una especie de instantánea, válida para el momento en que se hace y según la seriedad y profesionalismo de los encuestadores, sin embargo informando de varias de ellas en los mismos días, cosa que les da mayor validez, todas presentan datos y cifras y porcentajes favorables al PRI entre todos los partidos políticos y en nivel similar favorable a todos los candidatos del mismo PRI sobre todos los candidatos opuestos a ellos, en las entidades donde el PAN se ha unido al PRD, PT y Convergencia, y lo mismo ocurre en las entidades donde juega en unión con el Verde, en algún caso con el Panal y en todos los casos por sí solo como PRI. Pero, indudablemente el que a últimas fechas está de malas, más que los otros partidos y candidatos, es el PRD y lo peor es que en el ahora sonado caso de Greg Sánchez ha evidenciado falta de cuidado y selección autoritaria de parte de su presidente nacional, Jesús Ortega, que ha provocado la división en el mismo partido del llamado Sol Azteca. Como se dice coloquialmente, ya metieron sus extremidades inferiores al apoyar a Greg Sánchez y ahora resulta peor pues neciamente persisten en su error defendiendo una causa que está totalmente perdida, tanto legal como políticamente Sánchez ya no puede ser candidato mientras persistan acusaciones sobre delitos evidentemente graves, por lo que si el PRD de Ortega y su socio en negocios un tanto turbios, como es el mismo Sánchez, no dan marcha atrás entonces el PRD debe despedirse de jugar en las elecciones de Quintana Roo. Y como tiro de gracia para el PRD, y que constituye la auténtica tragedia de los perredistas, es que no tan sólo no podrán sostener Quintana Roo sino que, si Pitágoras no miente, tienen perdida también a Zacatecas, con lo que no le quitan un solo estado al PRI y si pierden el estado de Zacatecas se demostrarán como pésimos negociantes. Comienzan a escucharse las clásicas “golondrinas” para despedir a Jesús Ortega y sus Chuchos.
Nos leemos mañana.
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