AY, PORFIS, PORFIS.-Ayer en una de las tantas comidas del Día de la Libertad de Expresión, se presentó el flamante candidato del PANAL, Porfirio Olivera Ramírez, al igual que lo hicieron Jesús “Chucho” Hernández y el médico Barrera Mójica, quienes
tuvieron el fino gusto de ir a saludar de mano a cada uno de los “tumba teclas” que nos encontrábamos en dicho evento, ya cuando se retiraron cada quien por su lado, de nueva cuenta acudieron a despedirse de mano de todos los periodistas, el primero en hacerlo fue “Chucho” y el segundo Barrera, quien por cierto, fue invitado por todos los presentes a dar un mensaje antes de que se fuera y así lo hizo, ya allá como a la hora, se paró “Porfis” el de Nueva Tranza, perdón Nueva Alianza de su lugar y pensando que así como llegó, se iba a retirar, sorpresota nos llevamos, ya que al igual que “Chuchín” y Barrera, el candidato Olivera Ramírez emuló a sus colegas políticos y mesa por mesa, mano por mano, cuchara por cuchara, se fue despidiendo de todos los presentes, incluso hasta del tecladista y su hijo que amenizaban el convivio, con esto Perfidio nos manda la señal, de que no se siente menos ni más que nadie y hace bien, porque si no se da ánimos el solo, pues quien se los va dar, no creo que vayan a votar por él por su cara bonita…¡Waks!...GUERRAS Y GUERRITAS.- La mayoría de las personas parece están de acuerdo en que la guerra, el auténtico conflicto entre dos o más países que llega a la violencia máxima, es algo tan destructor de vidas en el presente y que entorpece la superación para el futuro, que nadie puede ni desearla ni optar por ella. Y la humanidad que ha pasado el siglo XX, considerado por pensadores como Alejandro Fersen, como “siglo teratológico” o monstruoso, pues en esa centuria se mataron más seres humanos que sumando las víctimas de acciones bélicas en todo el pasado histórico de la misma humanidad, parece que ya está curada de espantos. Sin embargo, la guerra, entre los cuatro jinetes del Apocalipsis, persiste en niveles de mantenimiento en el Medio Oriente. Afganistán e Irak, en aspecto de amenaza en Irán y algunos países del Cáucaso, y comienza a presentarse como provocación de parte de Corea del Norte, que responde violentamente ante la posibilidad de que la misma ONU y demás organismos nacionales e internacionales le obliguen a clausurar su política de fabricación de armas nucleares. Pero, frente a estas guerras, en acción o posibilidad de desarrollo, existen otra serie de enfrentamientos violentos que por sus límites tanto geográficos como costos sociales se pueden denominar como guerras pequeñas o guerritas. Entre éstas, sobresale el ataque que el narcotráfico mantiene contra la sociedad mexicana y que en los dos sexenios iniciados en el año 2000 suman ya las pérdidas humanas casi 30 mil y, como se dice coloquialmente, más lo que se acumule en este día, cada día que transcurre, pues para decir “cada mes” es sumar muchas víctimas. Quizás nunca como ahora se había hablado tanto de paz, noble ideal humano que merece la aprobación de todos los integrantes de la humanidad, una paz que al menos sea una ausencia momentánea, parcial y temporal de actos bélicos, una ausencia de guerra clásica. Porque la paz, la verdadera y auténtica paz, es algo que el mundo no conoce y posiblemente por ello tanto desea. Desgraciadamente se le puede aplicar el dicho general de “dime de qué presumes y te diré de qué careces”. Y cosa similar sucede con todos los valores morales y religiosos, con lo que las verdaderas causas de nuestros males, personales y sociales, están en la inmoralidad y la irreligiosidad de los contravalores de moda que se hacen pasar, en la televisión y cine, como si fueran valores.
Nos leemos mañana.
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