COMO EN FAMILIA CON CHABELO.-Prueba más contundente de que los políticos son convenencieros y por ende chaqueteros, es la enorme desbandada que de estos “entes” se da a diario, siendo lo más peor su desmedida ambición por obtener un “hueso” en el gobierno, lo que los mueve a ser “saltimbanquis”, que significa, “sujetos sin convicciones, que brincan de un partido a otro según sus enlodadas conveniencias, hoy son del PRI y mañana del PAN, pasado del PRD y el fin de semana CONVERGENTES, al menos eso es lo que se ha estado observando en el presente proceso electoral, bueno cono decirles que el sonriente Porfirio Olivera Ramírez, candidato de Nueva Tranza, perdón Nueva Alianza, ni siquiera sabía que él era el candidato y ya se gastó los 30 mil pesos que tenía ahorrados de años, gracias a la venta de dos totolas y una gallina africana y todo porque nadie tuvo la atención de avisarle que él era el bueno para la presidencia por el partido de la “profe” Elba Esther, eso sí, ayer fue claro y contundente al señalar ante los reporteros reunidos en “El Chayotal” alias Club Rotario, que su campaña inició al parejo que la de Chucho y la de Barrera, pero que si no han visto camionetas con su publicidad es porque los otros dos garañones ya se las ganaron, pero que si alguien quiere una camiseta o una gorra, es cuestión de hacer el pedido con tres copias por escrito y si hay tiempo antes de que finalice la campaña las tendrán a vuelta de correo en sus domicilios, así de chingón es el autollamado “candidato del pueblo”, sencillo, carismático y sobre todo con pureza de espíritu, virtud que les falta a muchos grandes políticos, que precisamente por sentirse “grandes” no han sido capaces de apoyarnos con una “dispensita” a los reporteros que de sol a sol trabajamos diariamente, sin esperar nada a cambio por nuestra vocación…¡Ptrrrr!... FUTBOLATRÍA: OLVIDEN AUN MAS EL BICENTENARIO.- A buena hora se nos ocurrió recordar los doscientos años del inicio de la bronca con los españoles. Con la sensibilidad de siempre, precisamente en año de la Copa del Mundo y más precisamente con la Selección de España como favorita, por fin, ser campeona del mundo, colgarse todas las medallas y cobrar venganza de todos cuantos dudaron de la Armada Invencible. Somos de lo más inoportunos hasta para tirar los cohetes.En primer lugar, porque celebrar una independencia de España está en chino, no en castellano. Como en el toreo y de ahí para delante, dependemos de ellos más o menos como cuando Miguel Hidalgo sacudió el badajo, al tiempo que gritó su famoso: “¡Viva Fernando Séptimo…”y “La Fernandita!”; como hoy decir: “¡Mexicanos: Viva Villa… pero el del Valencia!”.¿Cómo se nos ocurre poner en este año del Mundial, la dizque celebración del inicio de pleito contra los gachupines, tan simpáticos? ¿Pues qué no vieron lo que esa Selección les hizo a los Europeos: de toque y baile? Digo, habiendo tantos años para celebrar Bicentenarios, lo menos era aguardar y no estar mentándole a España todo lo que le solemos decir, precisamente cuando están dispuestos a tapar bocas con balones bien manejados y resueltos. Algunos dirán que España está en paro, en crisis, zapatero sin zapatos. Aun así, es dueña y señora de aeropuertos de aquí y en sus bancos no se pone el sol. Si llega a coronarse España en Sudáfrica, a ver cómo les pagan a los bancos y a ver cuándo les cobra Alfaro las contribuciones. Rediez. Pero qué falta de sentido de la oportunidad.
Nos leemos mañana.
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