EL CALDERO DEL DIABLO


¿YA ES MANÍA?.- Cuando en el año 2002 el presidente Vicente Fox, con motivo de la Cumbre Iberoamericana, con sede en Monterrey, consideró no conveniente que el presidente Fidel Castro Ruz estuviera presente cuando arribara el presidente de los Estados Unidos, George Bush, se entrevistó telefónicamente con su par cubano, pidiéndole que abandonara la sede con el ya clásico “comes y te vas”. Después de retirarse Fidel Castro reveló la conversación tenida con Fox, grabada previamente por sus servicios de inteligencia, cosa que consideró como afrenta el presidente mexicano. Pero, desde entonces en los gobiernos panistas se ha hecho un indebido uso de medios de espionaje electrónico por parte de los servicios de inteligencia nacionales con lo que cubren a políticos, empresarios y todo tipo de personas que crean que puedan convertirse en contrarios a las ideas y prácticas de los gobiernos nacionales, que hasta la fecha son Fox y Calderón, contando supuestamente con la anuencia y apoyo decidido de los presidentes mencionados. Desde luego ya en el pasado, en algunos gobiernos priistas podrían encontrarse situaciones semejantes, pero con la diferencia de no ser públicamente notados y con menores medios tecnológicos como los que actualmente se cuentan. Desde la revelación de Castro a la conversación tenida con Fox, el gobierno mexicano inició una verdadera escalada en el uso de estas tecnologías como fueron los videocasetes en el escándalo contra René Bejarano, brazo derecho de López Obrador en aquel entonces, hace ya seis años, videos grabados por el “empresario” argentino Carlos Ahumada. Si muchas personas, ante las ideas y praxis del PRD de López Obrador, consideraron como algo positivo esta acción de espionaje del Gobierno, pocos repararon que podría llegar a convertirse en acciones contra todos y, así, apareció espionaje telefónico en Puebla, con el góber “precioso”, como le han llamado sus detractores panistas y un cúmulo de nuevas declaraciones por estos ilegales medios que se han venido sumando al transcurrir los últimos años, desde aquel de 2002. La privacidad está amenazada y la desconfianza será su corolario en las relaciones interhumanas, por lo que es necesario exigir al Gobierno que detenga esta manera de obrar pues la sociedad merece respeto y no ser víctima de difamaciones y calumnias.
Nos leemos mañana.

0 comentarios:

Publicar un comentario